El acústico en la terraza
Hace un par de meses recibí una comunicación por whatsapp. Una chica muy amable me comentaba que quizá me sonaría extraña la propuesta, pero que por favor la considerase: actuar en acústico en una fiesta sorpresa que le iban a dar a una pareja amiga, a punto de pasar por el altar.
La verdad es que hasta ahora siempre que había hecho acústicos, había sido en lugares públicos (bares y cafeterías, mercados…), pero oye, claro, por qué no.
Según se acercaba la fecha, me puse las pilas con el repertorio, que quería renovar a un 50%, y es que, con todas las peticiones que recibo de alumnos, constantemente descubro y redescubro canciones que me apetece probar. Y por supuesto, la petición especial y guinda -nunca mejor dicho- del pastel: el Sugar de Maroon 5.
El evento era en la terraza de la casa de los homenajeados, catorce personas en total, y tras la comida y los postres, aparecí yo, guitarra en ristre. Impagables las caras de asombro de casi todos, solo lo sabían las organizadoras, que decidieron extender la sorpresa al mayor número posible de invitados.
Público perfecto, emoción a raudales, buen rollo absoluto… ¡Hasta hubo quien se animó a bailar y a hacer coros!
El repertorio: Radiohead, Queens of the stone age, Neil Young, Pink Floyd, Johnny Cash, Foo Fighters…
Incluso me lancé a la piscina con un par de temas originalmente cantados por mujeres, el Back to black de Amy Winehouse, y una de mis canciones favoritas: Landlord, de Joss Stone (y Dave Stewart, genio).
Y claro, el Sugar. Genial colofón.
En resumen, una experiencia muy gratificante y muy, muy bonita.
Un placer compartir algo tan especial con unas personas tan majas.
¡Que seais muy felices!